Origen de las artes marciales

Las artes marciales llevan practicándose aproximadamente desde el año 2.100 A.C. , éstas recibían el nombre de “Arte Militar”, y no fue hasta el S. XIX cuando empiezan a denominarse “Artes Marciales”.

Desde el principio, este arte ha sido un sistema de lucha con o sin armas de los ejércitos militares de los países Orientales: China, Japón, Corea, Tailandia, Camboya etc. Estos son países que con el tiempo han desarrollado y perfeccionado sistemas de lucha cuerpo a cuerpo, con la intención de potenciar sus ejércitos para las batallas en las que se veían involucrados.

Las artes marciales llevan consigo muchas más cosas que las peleas físicas que en su día eran el objetivo principal de los ejércitos que hacían uso de ellas. Pues se dice que en su práctica uno se beneficia de un gran numero de aspectos como son la preparación física, la salud, la defensa personal, desarrollo personal, desarrollo mental, terapias para la disminución de la agresividad, desarrollo del carácter, autoestima e incluso de la responsabilidad.

Desde siempre la práctica de las artes marciales ha tenido dos vertientes, una espiritual y una técnica. La primera tenia relación en los principios religiosos, en hábitos alimenticios, conductuales y meditativos. La segunda se basaba en la práctica de ejercicios con o sin armas, que llegaban a ser movimientos para ejecutar fracturas, asfixias, derribos etc.

A día de hoy estas han suprimido algunos de los aspectos citados anteriormente, y se han especializado más en las técnicas de meditación, de defensa personal y de adquisición de valores que potencien al practicante en su vida.

Solo en la defensa militar extrema siguen usando técnicas letales, las cuales requieren un entrenamiento intenso y muy específico.

Las Artes Marciales más practicadas son el Karate, el Aikido, el Judo, el Taekwondo, el Kung Fu y el Jiujitsu.